miércoles, noviembre 29, 2006

Un año sin "El Mejor"

El nuevo gran derby inglés, entre el Manchester United y el Chelsea, inició este fin de semana con un profundo minuto de silencio. De esta forma, los fanáticos que llegaron al Old Trafford rindieron su tributo en memoria de la más famosa leyenda de los populares “diablos rojos”: George Best, el veloz y creativo número 7, quien ayudó a ganar a su equipo dos ligas inglesas y una Copa de Campeones de Europa a finales de los años 60, y quien falleció hace un año debido a sus problemas por el exceso de alcohol.

Best, quien nació en Belfast, Irlanda del Norte, en mayo de 1946, fue la principal estrella del Manchester United entre 1963 y 1974, y su genialidad sobre la cancha le valió para ser considerado por la FIFA como parte de los 100 mejores futbolistas de todos los tiempos. En el Manchester, Best ocupa un lugar privilegiado en una lista de jugadores como Bobby Charlton, Denis Law, Eric Cantoná, Roy Keane o Peter Schmeichel.

En Belfast, los aficionados tuvieron que conformarse con los tributos que los periódicos le rindieron al ex jugador, que incluía la distribución de un DVD con sus mejores jugadas, debido a que la familia del futbolista pidió que no se realizara ningún acto especial.

Aunque muchos, incluyendo los visitantes, tuvieron la oportunidad de participar en algunos eventos en memoria del jugador. Desde hace un mes, el Comité de Turismo de la ciudad de Belfast organizó el llamado “Best Tour”, en el que por diez libras esterlinas, el equivalente a unos 20 dólares, los interesados pueden hacer un recorrido por los sitios más importantes en la vida del destacado futbolista, mientras residió en esta ciudad, incluyendo su casa en el barrio de Cregagh, al este de la ciudad.

El tour incluye también una visita a la tumba S-295, la más famosa del cementerio de Roselawn, ubicado en las afueras de la capital, y donde descansan los restos del “Belfast Boy”, junto a los de su madre, Annie, quien murió en 1978 también por causa del alcohol.

“Muchas personas vienen a visitar la tumba de Best, traen flores y recuerdos”, responde sin titubear Craig McShane, un trabajador del camposanto, quien también confiesa ser un ferviente admirador del futbolista. Y tiene razón. En un día normal, la tumba S-295 siempre está adornada por ramos de rosas y pequeñas cruces de madera en recuerdo del veloz ex número 11 de la selección de Irlanda del Norte.

McShane recuerda que el día del entierro del jugador, un sábado al mediodía, en el cementerio habían miles de personas. Los periódicos cifraron en unos 100 mil los que se apostaron en la ruta del acto fúnebre de los restos del jugador y que “millones” lo siguieron por televisión.

“Era la primera vez que veía al país tan unido en mucho tiempo”, recuerda Robert Deignan, quien labora en una organización no gubernamental dedicada a ayudar en el proceso de paz en Irlanda del Norte. Como tributo, las autoridades del país decidieron darle el nombre de “George Best” al principal aeropuerto del país.

Fiebre verde


Asimismo, en los comercios del centro de Belfast, incluyendo en las tiendas oficiales para promover el turismo, se pueden adquirir libros, discos de música, videos y postales conmemorativas del ex jugador. El artículo preferido es la réplica de la camiseta de la seleción de Irlanda del Norte a principios de la década de los 70, cuando Best era el capitán. Una camisa verde, manga larga, con el número 11 en la espalda.

La fiebre por portar una de esas réplicas alcanzó a Caelin O’Neill, una mujer de 80 años de edad, quien no duda en asegurar que Best “fue su héroe”.

Pero también hay artículos para los gustos y bolsillos más exigentes. La compañía Bronzart puso a la venta una serie de 1968 estatuas de bronce del jugador, de unos 40 centímetros de alto, a un precio de 950 dólares. Y la reconocida joyería Tyrone inició la comercialización de un balón de cristal de 8 pulgadas de diámetro, en cuyo interior se encuentra una estilizada silueta de George Best, por 960 dólares.

Un millón por George Best

Asimismo, hace un mes, el presidente del Banco del Ulster, Cormarc McCarthy, anunció la distribución de una edición limitada de billetes de 5 libras con la imagen de un sonriente George Best, en primer plano, portando la camisa de la selección de Irlanda del Norte y, al fondo, otra imagen del jugador luciendo el uniforme del Manchester United. McCarthy aseguró que los billetes serán considerados “piezas únicas” por los aficionados del jugador.

La emisión total será de un millón de libras esterlinas, que serán entregadas a partir del 27 de noviembre, después de que los interesados llenaran una solicitud en internet o en las sucursales del banco para reservar su billete. Pero los aficionados temen que no sean suficientes. “Estoy tratando de conseguir uno para regalárselo a mi padre y otro a mi hermano, pero ya los están revendiendo en internet”, comentaba preocupada Ann Morrow, una norirlandesa quien reside en Gales.

El mal presentimiento de Morrow se sustenta en que en el sitio de subastas electrónicas Ebay se pueden encontrar por lo menos 233 sitios que intentan vender al mejor postor los billetes a precios que alcanzan los 90 dólares, casi cinco veces su valor original. Como respuesta, las autoridades bancarias anunciaron que pondrán un máximo de 10 billetes por persona para evitar el acaparamiento.

Mientras que el Manchester United anunció que el billete número 1963 de esa edición, el año en que Best debutó con los “rojos”, será rifado para obtener fondos para la fundación George Best, dedicada a ayudar a alcohólicos.

El héroe de Irlanda

George Best comenzó su dilatada carrera como futbolista y a labrarse su nombre en el corazón de los norilandeses en 1961, cuando un busca talentos del Manchester United, Robert Bishop, escribió desde Belfast un telegrama al club notificando que “había descubirto un genio”. Bishop estaba deslumbrado por la capacidad de un pequeño y delgado jugador de 15 años qe jugaba para un equipo local de la capital irlandesa llamado Glentoran.

Dos años más tarde, Best debutada profesionalmente jugando contra el West Bromwich Albion y, dos semanas después, marcaba el primero de sus 178 goles en 466 partidos jugando para los “Diablos Rojos”.

En poco tiempo, Best se convirtió en el principal referente del Manchester, junto a figuras como el ya, en esos años, legendario Bobby Charlton. En 1966, conseguía ser el máximo goleador de la liga inglesa, privilegio que mantendría por seis años consecutivos, y que, en 1968, alcanzaría su punto más alto cuando impuso el récord de 28 anotaciones en una temporada. Otra marca conseguida por Best fue anotar seis goles en un mismo partido. Su víctima: Northamton Town.

El 68 se convertiría en el año más fructífero para Best. Ese año, el Manchester United alzó la copa de la liga inglesa y derrotó al Benfica de Portugal en la final de la Copa de Campeones de Europa, en la que Best anotó dos tantos. Esa destacada actuación le valió para que recibiera el trofeo del Balón de Oro, como el mejor futbolista europeo.

Con la camisenta verde de Irlanda del Norte, Best no pudo escribir ninguna página gloriosa a pesar de haber hecho un excelente papel. Jugó 37 veces para su selección, portando en todas la insignia de capitán, y anotó nueve goles, incluyendo el considerado el más famoso gol de su carrera, el 15 de mayo de 1971, cuando en una travesura le arrebató el balón al portero Gordon Banks, campeón del mundo con Inglaterra en 1966, y anotó ante la delicia de todos en el estadio Windsor Park, en Belfast.

Pero ninguno de los otros jugadores de la selección de Irlanda del Norte destacaba en esos años y Best jamás pudo conseguir clasificar a una Copa del Mundo o de Europa.

El final de los mejores años de Best se dio en enero de 1974, cuando el Manchester United, cansado de las frecuentes faltas del jugador en los entrenamientos, debido al alcohol, decidió finalizar el contrato. Best siguió jugando diez años más para distintos clubes en Inglaterra, Estados Unidos, Sudáfrica, Escocia y Australia, pero jamás regresó al fútbol de élite mundial, aunque nunca perdió su magistral habilidad en el campo de juego.

La otra carrera de Best

Paralela a su vida de futbolista, Best jugueteaba con la misma velocidad con el alcohol. El jugador era famoso por su vida libertina, en donde abundaban las noches de parrandas y excesos, un lujoso estilo de vida con carros de carrera y en hoteles de primera clase y siempre acompañado por bellas mujeres, a las que él llamaba “mi colección”, y que era encabezada por Mary Stavin, una escultural sueca que había sido Miss Mundo y actriz en las películas de James Bond.

El mismo Best aseguraba que había dejado la mayor parte de su dinero en alcohol, guapas mujeres y carros deportivos y que lo demás lo había “malgastado”

Pero a los irlandeses jamás les importó que Best fuera un alcohólico o mujeriego, o que frecuentemente se viera involucrado en líos de violencia doméstica. Al contrario, ese caótico estilo de vida se convirtió en una imán para los jóvenes de su época; y su varonil aspecto y estilizada figura, por el que recibía el apodo del “quinto Beatle”, le ayudó a ganar un puesto en los sentimientos de las mujeres.

Es fácil entender porque Best encarnó la figura de héroe que muchos necesitaban. En los mejores años de su carrera, cuando el delgado jugador deslumbraba con sus gambetas en el campo de fútbol, Irlanda del Norte y el mundo en general vivían una dura época. Las principales ciudades del pequeño país, Derry y Belfast, se desangraban en una guerra entre protestantes y católicos; Inglaterra perdía el control de varias de sus colonias en el mundo; en Estados Unidos, el presidente John Kennedy era asesinado y el conflicto nuclear con la Unión Soviética se agudizaba. Los jóvenes británicos necesitaban un referente para expresar su rebeldía y lo hallaron en Best.

Al final de todo y, a pesar de la enorme habilidad de Best, el alcohol ganó el partido. Primero, acabó con su carrera de futbolista y luego, el 25 de noviembre del año pasado, le ganó la vida. Lo único que no pudo arrebatarle fue su aura de leyenda.

Publicado en La Prensa Grafica, lunes 27 de noviembre, pagina 28 - 29

lunes, noviembre 27, 2006

Rhina Bazooka

Normalmente, mi blog es sobre lo que pasa en mi vida por estos lados. Pero, me pareció algo especial dedicarle un espacio a otra historia muy aparte: la de Rhina y Ciaran.

Solo quiero agradecerle a Rhina (y también a la Carito, pero aún no ha aparecido el suertudo que se va casar con ella) por haberme dado la oportunidad de cruzar el charco; y a Ciaran, por haberme ayudado un montón el sistema en este lado del mundo.
Así que no dudo que dentro de pocos habrán irlandeses que cuenten chistes bazooka y que sean más impacientes que mandados hacer. Suerte a los Sydwell López.

jueves, noviembre 23, 2006

Divagando

Y si ella no es más que nada? O es menos que algo?
Es más o menos? O no es ni más ni menos?
Y si mi mente es la única que gira porque sí aún cuando ella no es nada?
Y si todo no es más que silencio?
Y si nada es nada?
O si nada es algo?
Adónde dejo entonces mi esfuerzo…cómo le explico que no hay nada que explicar?
Nada que entender?

Si no entiendo nada, por qué mi mente gira?
Y si dejase de girar?
Quizá entonces y sólo entonces podría entender lo que hay que entender,
si es que acaso eso existe.

Mientras tanto, todo gira y yo con todo porque no termino de entender eso que no sé.
Qué maravilloso placer no entender nada.
Un brindis por él! Por todos los que no entendemos...Y por ella también.

Wendy Funes

viernes, noviembre 10, 2006

Michael Jackson guanaco

Aunque un poco tarde en estos días de noviembre, pero creo que se me había quedado en el tintero contarles mis primeras fiestas de Halloween. Para los irlandeses, el día de las brujas es una festividad bien importante y, aunque no llega a la categoría de Navidad o del Día de Acción de Gracias, si ocupa un lugar destacado en el calendario. Salvadoreñizándolo, a mi juicio es el equivalente a las fiestas julias o al carnaval de San Miguel.

A diferencia de celebrarlo en El Salvador, a mí sí se me hace mucho sentido festejarlo acá porque el Día de Brujas tiene sus origenes en las antiguas constumbres celtas, cuando se recordaban a los espíritus de los muertos y los caídos en combate; y no, para decepción de muchos, después de que Michael Jackson (cuando era negro) salía de perro jiotoso aullando en “Thriller”.

Los niños no van durante toda una semana a clases y se hacen cenas en familia y fiestas en los días anteriores. Las discos ofrecen patines y en los centros comerciales abundan los establecimientos que venden disfraces y todo lo relacionado con el Día de Brujas.

En el pueblo en el que vivo, las celebraciones iniciaron 3 días antes con la apertura de una Casa de Espanto, y me ofrecí para ser “mounstruo voluntario”, hicimos una procesión de farolitos, hubo danza con bolas de fuego (lástima que sólo a mí se me salio lo nejapense –hasta ahorita caigo en la cuenta que no sé cómo se le dice a la gente de Nejapa -y me daban ganas de tirar una a la mara) y al final hubo quema de pólvora tipo Pollo Campero en la Autopista Sur.

Tuve mi beba con mis compañeros voluntarios y me vestí dizque de Drácula. Pero las palmas se las llevó Daniel, que se vistió de Mary Poppins, y el dólar y la ovación masculina se la ganó Helen, que decidió vestirse como una elegante señorita de esas que trabajan arduamente en Lips. También tuvimos una cena en la casa del director del centro. De todo esto que les narro ahí les muestro un par de fotos para que se hagan una idea.
Y hablando de espíritus, fantasmas y similares, también quiero compartir unas fotografías con ustedes que tomé en el cementerio de Bonamargy Friary, famoso por sus historias de aparecidos y porque en algunas noches aparece “manchas de sangre” en las paredes.

Lo anecdótico es que, como había luna llena, me metí al cementerio de noche, me tuve que tirar el muro y esperar solo casi una hora para que la luna se pusiera justo dónde yo quería. Lo que ven es la antigua abadía del cementerio, porque acá todos los camposantos tienen una iglesia en medio. La abadía de Bonamargy ya está destruida porque es sumamente antigua, es de 1543, y hay tumbas viejísimas de esos años.
Para estos días estoy preparando compartir algo sobre el legendario jugador irlandés de fútbol George Best. Así que creo que será mi próximo blog hablar sobre el “Belfast Boy”.