viernes, octubre 27, 2006

Uno es peligroso, tres ya es crimen organizado

De las cosas positivas de este mes que ya casi se termina, es la visita de unas las personas más inteligentes que conozco. Siempre alegra ver una cara conocida y alegra más cuando es la de alguien con el compartiste muchas cosas buenas y con las que hay muchas mas en común. Pues Marta, mi compañera del colegio, estuvo un par de días acá conmigo junto con Rhina, que es una de las dos culpables que yo me encuentre por estas latitudes.

Y como un salvadoreño es peligroso, ya dos es banda y como éramos tres ya alcanzaba la categoría de crimen organizado, pues fueron buenos días esos. Anduvimos medio de mochileros, cruzamos el famoso puente colgante y terminamos en un pub, donde la dueña del chupadero nos dejó tomarnos una foto en la barra con todo el montón de guaro.

Acordamos con Marta que pasaría la navidad con ella y su esposo en su casa, en Alemania. Ellos viven en Stuttgart, donde están estudiando una maestría, así que pasaré mi primer blanca navidad lejos de la madre patria en el Lago Constanza y la Selva Negra y estoy tratando de ver si puedo ir a Suiza, que está a sólo un par de horas de ahí.

De este mes también me alegra saber que la Rhina Bazooka se va casar en unos pocos días. Y bueno, tendremos party en Belfast. Quién iba decir que la bicha jiotosa de la Rhina, famosa por sus chistes Bazooka, iba terminar siendo europea y la doñita de un irlandés buena onda. Va ser mi primer bodorrio por estos lados.

Lo otro es que otro de mis grandes cheros, el Taura, viene a pasar unos días conmigo en noviembre. Así que estoy contento de tener a unos de mis panas desde chiquito conmigo. Si quieren mandarme una libra de queso duro blandito pueden hacerlo con él. Y enero se viene Adriana para acá. Así que agenda llena para los compatriotas.


Living Belfast

Pensé que ya era tiempo de escribir sobre cómo me va y qué pienso de vivir acá, cuando ya estoy a casi diez días de cumplir mis primeros dos meses en estos rumbos.

Primero, creo que no me equivoqué al decidirme probar suerte. El beneficio que he visto más inmediato es que estoy aprendiendo inglés más rápido de lo que pensaba. Es verdad que aún me cuesta bastante, que ando siempre bien cansado porque tengo que “traducirlo” todo mentalmente y que se complica aún más con el difícil acento de los irlandeses, pero si he notado que ahora entiendo muchísimo más que en los primeros días y la gente de acá también me lo dice. He comenzado a leer en inglés, las Cronicas de Narnia, y en mis días libres veo películas sin utilizar subtítulos y también se me es más fácil ahora.

He intentado varias veces de aprender inglés en El Salvador y no he podido. Creo que porque estoy acostumbrado a aprender bien rápido y cuando algo se me dificulta no tengo paciencia para perseverar. Así que venir acá y obligarme a mí mismo a meterme el inglés por todos lados fue de buen tino.

Creo que lo más gracioso que me ha pasado es que en una capacitación me dijeron que fuera por lana (wool) y regresé media hora más tarde porque anduve buscando un pedazo de madera (wood). Ese día todos se rieron de mí. Pero aún no les gano a las salvadoreñas que estuvieron antes, una dijo que necesitaba lavarse sus tetas por sus dientes (tits en vez de teeth) y las más mítica es una que dijo que necesitaba cock (para los que saben no necesitan explicación) en vez de cook (cocinar)

A la gente de acá les encanta el español. Varias veces, cuando hemos estado hablando español con la otra salvadoreña que vive acá, la gente se detiene y nos dice: que bonito se oye. Y como a varias personas de acá me preguntaban cómo se decía tal y tal cosa decidí dar clases de español. Empiezo el otro domingo en la tarde y ya tengo varios alumnos, unos 6 por lo menos que están bastante interesados.

También me han pasado cosas súper chistosas con la gente que trata de hablar español. Una de mis compañeras, que es bien guapa, me dijo en voz alta una vez que iba pasando: “Chúpame el chocho”. Después de ir los respectivos coros celestiales, pensé que la libertad mental y sexual en estos países era lo mejor que le podía pasar a un latino soltero. Pero no, la pobre tipa era lo único que sabía decir en español porque un su ex novio que había estado de vacaciones en España le había enseñado eso y ni siquiera sabía lo que significa. Ya se imaginarán en qué lugares anduvo el novio y la cara que puso ella cuando le expliqué.

Otra anécdota es que el encargado de la cocina es gay, y un salvadoreño que estuvo hace algunos años le decía “cara de maricón”. Y el mismo tipo andaba diciendo que él era la “reina de las putas”, porque sólo eso le habían enseñado. Después de la debida explicación, decidió cambiar y hoy anda diciendo que es la “reina de las zorras”, porque dice que lo marica es por vocación.

He regresado a escribir también, algo que había dejado hace mucho. Comencé por una pequeña narración, que ahora que la leo con otros ojos, me parece que no está tan mal escrita, y me devolvió la confianza en la pluma; y había comenzado una más larga, pero hace poco a la inspiración la noqueó la realidad, y creo que habrá que replantearla.

Lo otro positivo es que llevo una vida más saludable. Y me refiero a todo, al poco nivel de stress, a un ambiente menos contaminado y a que voy a gimnasio. Cuando tengo libre, me voy caminando por la orilla de la playa o por la carretera que cruza los acantilados. Me gusta oír el canto del agua al suicidarse contra las rocas o cuando pierde sus fuerzas después de una marcha loca y decide descansar en la arena.

Es más, ahorita que estoy escribiendo estas líneas me encuentro en la casa de descanso de la ONG, en medio de los colinas irlandesas. Es una sitio callado, ideal para relajarse. Aunque lo que no me gusta es que entró el invierno y ya desde hace un par de días hace bastante frío y un viento espantoso (creo que en una de sus vergueras el Alfredo Espino ha de haber venido a parar aquí y escribió los Vientos de Octubre). También los días son grises, con una nubes que parecen hechas de cemento, y el sol sale bien tarde, como a las 9 de la mañana. Me han dicho que entre más nos acerquemos a diciembre el sol solo sale unas pocas horas, cerca del mediodía, y que ni siquiera se ve. Ellos le llaman “twilight” a esa luz que es como un largo amanecer.

Lo otro que no me gusta es la comida y me parece insana por la cantidad de grasa que ocupan. Acá todo es untar de mantequilla las cosas. Le ponen al pan dulce, a las tostadas, a la sopa, a las papas, a todo lo que se le pueda untar. Lo otro es que comen tanta papa que yo ya esoy chino: papa salcochada, papas fritas, puré de papa, las mil y una papa. Pero también pienso que ellos vieran nuestra comida insana, y es que realmente lo es, porque dudo mucho que los plátanos fritos, los frijolitos de esos que hasta rechinan en la cacerola, el montón de crema y el queso duro, o aquellas pupusitas de chicharrón, tan buenas pero que dejan el plato cubierto de aceite, sea lo recomendado en una dieta para bajar de peso. Lo otro es que nosotros comemos el mismo arroz todos los almuerzos y que a ellos eso les hastiara rápido.

Todavía no me ha entrado la nostalgia culinaria porque me traje unas bolsitas para hacer horchata y Janete, la salvadoreña que vive acá, ha hecho un par de veces tortillas y pupusas. Y una vez, curioseando en un mercado chino (no chino de cosas taiwaneses como allá, sino de plano para chinitos, y donde vi unas cosas tan raras) hallé jugo de caña y sabía bastante parecido al que venden en la carretera a Cojute. En ese mercado hallé también las clásicas pepeshcas y yuca, al estilo de la dinastía Ming, claro. En esas idas, también fuimos al mercado hindú y ahí si que estuvo triste, yo casi zopeo, es una comida tan rara. Lo peor eran unas como anguilitas disecadas y las cabezas de gallo. Guacala.

También he ido ya a los pubs y me gustan los que tienen música tradicional irlandesa en vivo. Ocupan mucho el violín y una su flauta medio rara y la que más me agradan es “Leaving of Liverpool” y “Spanish lady”.

La Guinnes no, repito y que quede claro, no me gusta. Prefiero la Harp o la Carlsberg. Esas si son bueeeeeeeeeeeeenas. Me gusta también una sidra sueca que venden acá.

Y bueno, ya finalizo, y como hubiera dicho en mi antigua vida de periodista:
Reporto, desde Belfast, en Irlanda del Norte, Christian Guevara, para www.chilguete.blogspot.com

viernes, octubre 06, 2006

La musa de Wilde y Stoker

Irlanda es la tierra que vio nacer a Wilde, Swift, Stoker, Joyce, Doyle y otros escritores famosos. Muchos más se inspiraron en ella, como Tolkien, para describir los paisajes y poner los nombres de los lugares en el Señor de los Anillos. Ahora que vivo acá, no me extraña que la pluma de ellos se haya movido bajo el halo mágico que exhala la costa norte de este país. Es sobrenatural.

Hay una carretera que desde Ballycastle, el sitio donde vivo, bordea toda la costa recorriendo una serie de pequeños pueblos hasta llegar a la ciudad de Londonderry, que está enclavada en una bahía. Las fotografías son de la zona de la bahía de Larrybane, ubicadas como a una hora de donde vivo.

Por cierto, me encanta la del arcoiris, no tanto por la foto, sino por lo que me costó. Acá aparecen bien seguido, porque sólo pasa lloviendo, pero cada vez que corro a traer la cámara ya ha desaparecido. Esta vez la andaba, lo unico malo es que no hallé la olla de oro ni al duende.








jueves, octubre 05, 2006

La leyenda del gigante

Fui a visitar de Giant's Causeway, el principal atractivo natural de la isla de Irlanda. Es una formación natural hecha con 40 mil rocas, en realidad "troncos", de basalto, producto de erupciones que ocurrieron hace miles de años.

Pero los irlandeses, que son gente llena de historias, tienen una versión mas trabajada que los geólogos. Segun la leyenda, las rocas fueron hechas por un gigante irlandés llamado Finn Mac Cumhail, quien hizo un puente que se extendía hasta el otro lado de Escocia, para luchar contra un rival escocés, Benandonner.

En la lucha, Benandonner cruzó el puente y fue debidamente derrotado, pasando por aquel mismo puente por el que había venido.

Cumhail, por su parte, había llegado en un camello (debido a una roca que tiene ese forma) desde un lugar lejano. Por lo menos eso fue lo que entendí, ya que esta mara tiene un su acento mero raro.

Les dejo algunas fotografias, en realidad, no estoy conforme con ellas, ya que el lugar es mas precioso de lo que pude retratar con la camara, pero tengo pensado regresar con el invierno, cuando el lugar no este tan lleno de gente y halla mas bruma y, posiblemente, nieve. Realmente he visto fotografias impresionantes del lugar y voy a intentar hacer una muy buena.





martes, octubre 03, 2006

La tierra de los Celtas

Esta vez les voy a dedicar más fotografías que la vez pasada. No llevan un orden lógico mas que el de mostrarles la suerte de vivir en un lugar tan tranquilo y, tal vez por primera vez en su vida, en el seno de una sociedad más pacífica.

Como les decía anteriormente, vivo frente al mar, en un pequeño pueblo llamado Ballycastle, que a lo mucho cuenta con unos 6 mil habitantes. Así que muchas de las fotografías que verán ahora y en el presente tendrán el océano, el sol y la playa como protagonistas.



Cerca de Ballycastle hay lugares interesantes. Hay un cementerio antiguo, the Bonamargy Friary, famoso por sus leyendas de fantasmas. Fui una vez, pero sin cámara, asi que les debo las fotos. También se encuetran el Castillo de Kinbane, al que no he ido pero espero conocer la próxima semana, y una formación natural de rocas llamadas de Giant's Causeway, que les prometo que será mi próximo blog.

Otro de mis viajes que pienso hacer es ir a la isla de Rathlin, que queda enfrente, y también llena de leyendas, especialmente la de un rey celta que luchó contra Inglaterra y que aguantó con su ejército ahí hasta que la mayoría murió de hambre.





Creo que el paisaje de Irlanda, con las salvedades, se me hace muy pero muy parecido al de El Salvador, pienso que es por la ausencia de árboles. La isla fue intensamente talada debido a la explotación ganadera, en este caso de ovejas, y por la necesidad de madera para construir casas y barcos.



Otra cosa que me ha encantado de este país son los ríos, la mayoría pequeños riachuelos, pero algunos imponetentes, especialmente los que atreviesan las ciudades grandes como Belfast y Londonderry.