jueves, marzo 29, 2007

Puente al cielo

Sólo quería compartir esta foto que tomé ayer al caer la tarde. No sé, me dieron ganas de agarrar la cámara y ver que salía y me encontré con un cielo maravilloso, con un largo atardecer que duró como una hora.

A pesar de que me había caído en las gradas de mi casa hace dos días y me dolía la chimpinilla, pues me aventuré a subirme a unos pequeños acantilados que hay en el área de la Bahía de Ballycastle y desde ahí esperé a tomar las fotos. Al regresar, vi el puente y se me ocurrió tomar una desde ahí. Fue la que más me gustó. La he puesto en alta resolución para que, si les gusta, y si me quieren recordar, la pongan de fondo de pantalla.


miércoles, marzo 28, 2007

Grianan Ailligh y Beltaine, herencia de los celtas

Beltaine es uno de los tantos círculos de piedra que fueron construidos por los Celtas alrededor de una plataforma, posiblemente para usos religiosos, aunque aún hoy no se ha determinado con precisión su finalidad, y del cual el más famoso es Stonehenge, en el sur de Inglaterra.

Otros científicos creen que los círculos de piedra eran observatorios astronómicos. En Stonehenge, la sombra del soltiscio del Verano se proyecta justo en el centro de la construcción.

En Beltaine, tuvimos la suerte con Ciaran y Rhina (fueron ellos los que me llevaron de paseo de estar justo cerca del atardecer y vimos a las piedras proyectar sombras similares. Otros estudiosos creen que las construcciones fueron usadas para motivos fúnebres, porque se han encontrado entierros importantes y colectivos en ellas. En general, los cuerpos eran incinerados y sus cenizas depositas en vasijas que luego eran enterradas en el lugar.



Beltaine fue construido en la Edad de Bronce, entre 1,400 y el año 800 antes de Cristo, usando 64 piedras. Una más, de unos 2 metros de largo, fue usada posiblemente como altar. En el lugar hallaron una cabeza que a mí me recordó la del Xipetotec encontrada en el Tazumal, igualita. Yo ya he tenido esa sensación de que hay un paralelismo entre el arte celta y la que tuvimos en Mesoamérica con los Mayas y los Aztecas. He visto dibujos idénticos, coloreados hasta de la misma forma.

Este tipo de construcción, clavando grandes piedras en el suelo en línea circular, es conocida como Crómlech. La más importantes están, como repito, en Gran Bretaña e Irlanda, pero también se han hallado en Suecia, Dinamarca, Francia y España. Donde los celtas tuvieron una gran influencia. Aqui pongo una foto de Stonehenge que tomé de Internet, para que se hagan una idea mejor si no se ubican sobre el tipo de los monumentos.



Grianan Ailligh, la última defensa


Grianan Ailligh fue una pequeña fortaleza militar, cuyo centro era un largo y compacto muro circular hecho de piedra, localizado en la cima de una colina desde donde se puede vigilar los esteros de Foyle y Swilly y los estados de Tyrone, Derry y Donegal. La construcción era parte de la ciudadela de Uí Néill, ubicada al norte.

Aparte de su altura, los Celtas escogieron ese lugar porque ya habían edificaciones previas ahí. Los arqueólogos han encontrado restos funerarios y religiosos del períodico neolítico (unos 3 mil años antes de Cristo).
No pudimos entrar a la fortaleza porque estaba siendo reparada. Pero normalmente se puede ingresar caminando por medio de un pasaje de 4.5 metros de largo (para que se hagan la idea un poco del ancho de las paredes).



martes, marzo 27, 2007

Hombre al agua


Tuvimos nuestro spring break esta semana. Como ya hay sol casi todo el día, sale como a las 6 de la mañana y se mete cerca de las 8 de la noche, y ya no estamos cerca de los 0 grados (yo creo que andaremos en promedio como entre 6 y 9 grados), pues nos llevaron del programa a hacer Coastering. Pues el pomposo nombre en inglés no es nada más que tirarse en clavado desde un acantilado al mar.

La playa escogida fue Dunsverick, a unos 45 minutos de donde vivo y cerca de un antiguo castillo medieval.

Las fotografías son del entrenamiento para saltar. No te enseñan nada nuevo, sólo más bien es para aconstumbrarse al frío antes de hacer los verdaderos clavados porque el agua si estaba a menos de cero grados.

Al final hicimos tres saltos. El primero fue de unos dos metros, el segundo de unos cuatro y el final fue de seis metros. No hice fotos de los clavados porque tenía miedo de que se me mojara la cámara o que se me cayera en medio de las piedras.

Para finalizar, lo más cagado de la risa fueron los saltos de Ochanya, mi compañera de Nigeria. Primero hay que poner el antecedente que a la amiga no le abunda mucho el queso, es medio mensa (... bastante para ser sincero) y aparte bien terca. Y por más que le dijeron que había que entrar con los pies primeros, porque como no somos profesionales y es poco probable que entremos con los brazos extendidos, es la opción más fácil de romper la resistencia del agua, pues la compañerita cayó de panza. Fue señor vergazo el que se dio y ahí quedó su rato como que era ballena varada.




miércoles, marzo 21, 2007

El esfuerzo de mantener las tradiciones


Afuera una lluvia fría anunciaba la pronta llegada de la primavera, pero dentro del centro comunitario se sentía el calor de los festejos salvadoreños. Cuatro jóvenes y un niño, miembros del grupo Cuscatlán, bailaban el Torito Pinto. En la cocina, dos mujeres torteaban las tan ansiadas pupusas, de queso y revueltas. Había también tamales y pastelitos. El español reinaba en las mesas y de no ser porque la presentación de los bailes y algunos discursos fueron en sueco, uno fácilmente olvidaba que la actividad se estaba realizando en Escandinavia. La cumbia, la salsa, las canciones de los Flores y el merengue le pusieron el toque tropical a la velada. Los jóvenes que nacieron o crecieron en Suecia cubrían la pista de baile y diestros en sus movimientros lucían con orgullos sus raíces latinas. Así fue como el sábado recién pasado la comunidad salvadoreña en Örebro celebró el día internacional de la mujer.

La celebración me hizo pensar en la forma en que los salvadoreños luchan por mantener vivas sus tradiciones y por transmitirle a sus hijos su cultura. En Estados Unidos, Canadá, Australia, Italia y México nuestros compatriotas realizan fiestas similares, que son, además de una oportunidad de socializar, el mecanismo que utilizan las asociaciones para recaudar fondos que en muchas ocasiones son utilizados para financiar proyectos de desarrollo en El Salvador.

Hablando del tema cultural, muchos salvadoreños aquí en Suecia y en otros países se enfrentan con la difícil tarea de tratar de transmitir las tradiciones y la identidad salvadoreña a sus hijos. El idioma es un elemento clave. Para los hijos de los migrantes, que también son considerados salvadoreños por herencia, hablar español es una ventaja; pues en este mundo globalizado en el que vivimos, hablar dos, tres o cuatro idiomas tiene peso en el mercado laboral.

Pero el mantener las tradiciones en el extranjero es importante no sólo para los migrantes de primera, segunda o tercera generación, sino también para El Salvador. Mientras los migrantes mantengan un vínculo cultural y se sientan de una u otra forma identificados con el país, van a seguir aportando al desarrollo incluso cuando ya no tengan familia radicada en El Salvador. Pero además, el mantener vivas las tradiciones a través de grupos de danza folclórica, la elaboración de comida típica y los bailes, ayuda a promover el interés de los extranjeros por el país. Por ejemplo, el sábado varios suecos y otros extranjeros llegaron a la celebración para conocer más sobre la cultura salvadoreña y también para practicar los bailes latinos que se han puesto de moda en Escandinavia.

Termino diciendo que estando lejos me alegra tener la oportunidad de juntarme con los compatriotas en estas fiestas y por supuesto también me gusta comer pupusas, tamales y pastelitos cuando se puede.

Este blog fue escrito por mi amiga Adriana Valle, una de las periodistas con más experiencia en el tema migratorio y con quien compartí esa fiesta. No escribí mi propia version, porque Adri lo hizo insuperable y retomando muchos detalles. Este artículo fue publicado en La Prensa Gráfica hace un par de semanas.

lunes, marzo 19, 2007

Rufina y la nueva semilla

Tuve la suerte de conocerla y este, mi trabajo, fue mi tributo.

Enero 2002
La locura de El Mozote


Diciembre 2004
“Aún no puedo dormir por las noches"

domingo, marzo 18, 2007

La lección que nunca aprendí

“Los buenos son felices; los malos, desgraciados. Esa es la ficción”.

Cuándo voy aprender que la puta frase de Wilde es verdad, cuándo voy entender que la basura humana siempre va conseguir lo que quiere. A veces estoy cerca de elegir otro camino, de cambiar en lo que creo. A veces, como en los últimos dias, siento que es un camino demasiado difícil para mí. A veces la verdad es demasiado.

Quise demostrarle a Wilde que se equivocó. Pero nunca será posible, nunca lo desafiaré otra vez. La semana pasada volvió a demostrar que siempre tuvo la razón.

sábado, marzo 17, 2007

Sitio en construcción

Después de un irresponsible período de huevonería con mi blog, pues comenzamos de nuevo desde ahora, con renovados aires y ganas. Lo primero será revisar las historias que faltan, de antemano una gran disculpa con Martita, Violeta y con Adriana, con las que pasé buenos días y divertidos desvergues y no quedó registrado nada en la memoria histórica de esta bitácora.

Pero no se preocupen, la historia de cómo casi le doy fuego al apartamento de Marta en Alemania, la del vagón cantor en Munich, lo de la cama chafa en Barcelona y lo del hostal erótico (gracias por eso, Viole) en Valencia formarán pronto parte de esta aventura.

Dos cosas me han motivado. La primera, mis paternos vienen en unas pocas semanas, y creo que será una de las cosas más importantes de mi estadía acá. Quiero que quede un recuerdo de ello y de nuestro viaje a España e Italia. Segundo, me han hecho sentir bien con sus peticiones y puteadas de que vuelva a escribir. Así que acá vamos.

jueves, marzo 15, 2007

Suecia, el imperio escandinavo


Si hay una palabra que describa Estocolmo, la capital de Suecia, en una sola esa sería Magnífica. Es una urbe exageradamente bella, limpia, moderna y a la vez llena de historia, enclavada en un uno de los mejores lugares de este planeta: sobre trece islas situadas entre el Lago Malaren y el Mar Báltico, unidas unas con otras por medio de una cadena de 50 puentes. Sinceramente, me dio muchísima lástima que mi visita no fuera más larga, tal vez por eso sería a uno de los lugares que regresaría con gusto y, si de mí dependiera, escogería para vivir.

Estocolmo es considera como una ciudad clase Gamma, es decir una Ciudad Clase Mundial (Tokio, París, Londres y Nueva York encabezan la lista), cuenta con dos millones de habitantes y es la residencia de la casa real sueca y del rey Carl Gustaf XVII (en realidad, el rey vale madre… la hija menor, la princesa Madelaine, es una diosa, trozo de mujer. Aunque el punto de las mujeres suecas tiene un apartado especial más adelante).



La ciudad tienen sus orígenes en el siglo XIII, cuando fue fundada por Birger Jarl, regente del Imperio Sueco, como fortaleza para defender el floreciente comercio de la ciudad de Sigtuna, que con el paso de los años fue perdiendo importancia. En los siguientes 50 años, Estocolmo se convirtió rápidamente en un puente vital para el comercio de hierro y en uno de las principales ciudades de Suecia. Después de una larga y sangrienta guerra con el rey Christian I de Dinamarca (mi querido tatarabuelo), el imperio sueco sale victorioso y Estocolmo es proclamada capital en 1419.

A pesar de que Suecia es un país más conocido por su pacífica vida, dos asesinatos políticos la pusieron a Estocolmo en la escena mundial : la muerte a tiros del Primer Ministro, Olor Palme, en 1986; y el apuñalamiento de la ministra de Asuntos Exteriores, Anna Lindh, en el 2003.




Bueno, paremos de historia sueca y vayamos a la mía. La Adri, que ya ha estado un par de veces en la ciudad, fue la guía oficial del evento, por lo que sólo escogí los lugares que quería visitar y ella me recomendó algunos otros.

El primer objetivo fue visitar el City Hall (Stadshuset, en sueco), sede de la ceremonia de los Premios Oscar, a no, puta, eso es Los Angeles, digo, donde entregan los Premios Nobel desde 1924 y que fue diseñado por Ragnar Ostber, el más célebre de los arquitectos suecos. .

El lugar es conocido como el Salón Azul, pero de este color no tiene absolutamente nada, más bien es enteramente rojo, porque está hecho en su totalidad de ladrillos color carmesí y está construido al estilo de una inmesa plaza italiana y rematado con uno de los órganos más grandes del mundo. A mí me pareció como el Palacio de Venecia (aún no lo he visto en persona, pero por las fotos que he visto se me hace similar), con delgadas columnas en la parte inferior sosteniendo una sólida y compacta construcción en la superior. El salón sigue manteniendo el nombre de Azul porque en el diseño original estaba contemplado que iba a tener ese color, pero Ostber cambió de idea porque le gustó el color de los ladrillos al descubierto y así lo dejó.

Me gustó también el salón de debate de los concejales, que se asemeja al casco de un enorme barco vikingo, con el detalle de que está pintado de tal forma que han tratado de representar el cielo al descubierto. Otro salón fantástico es el Salón Dorado, construido al estilo bizantino, y a mi modo de ver aparte de eso bastante oriental, y que causó gran polémica. Igual, es algo maravilloso de ver.




La vida de Estocolmo gira alrededor de Gamla Stan, o la Ciudad Vieja, la parte más antigua y que ahora está llenos de cafés, restaurantes, pequeñas tiendas y algunos negocios de artesanías y recuerdos. Ahí nos dimos el lujo con la Adri de tomarnos un cafecito, acompañado de un rollito de canela, para pasar un poco el frío de los últimos días invernales y darnos la platicada.

También visitamos Skansen, un museo al aire libre que fue fundado en 1891 para mostrar la vida en las distintas regiones de Suecia (antes era un país mucho más inmensa, pues Noruega estaba bajos sus dominios y gran parte de Finlandia, que luego pasó a convertirse en un ducado ruso). Skansen cuenta con un pequeño zoológico donde pude ver animales que nunca había contemplado antes, como los alces, el glotón, el zorro del ártico (medio chafa porque no era blanco, sino rojito), una lechuza gigante que no me acuerdo el nombre pero era igualita a la que salía en Harry Potter, el lince, los jabalíes y los búfalos.

Skansen fue idea de Artur Hazelius, un maestro sueco fascinado por el folklor, quien recorrió todo el país y compró 150 diferentes clases de casas, graneros y hasta iglesias, las desarmó pieza por pieza y las envió a Estocolmo. Hazelius buscaba de ese modo conservar para las futuras generaciones la forma en como había vivido Suecia hasta antes de la industrialización.


Una de las atracciones que más me gusto fue el Museo Vasa, que alberga los restos de la nave imperial de guerra Vasa, que se hundió en su viaje inaugural en 1628. El navío era el más imponente de su época y en muchos sentidos innovador. Contaba con una doble hilera de cañones a cada lado, 64 en total, y una triple en la proa. Si hubiera salido a la perfección, el Vasa hubiera sido la máquina de guerra más atemorizante en su época.

El problema surgió porque el rey Gustavo Adolfo II, quien estaba en guerra con Polonia, presionó tanto por la construcción que se pasaron por alto muchas pruebas, a pesar de que los fabricantes de naves suecos no tenían tanta experiencia en el diseño de barcos como ese. Al final, el barco se hundió a una profundidad de 30 metros y la misma cantidad de personas murieron, incluyendo algunos oficiales de navegación.
El Vasa se hundió por varias razones. La principal fue que su centro de gravedad estaba mal equilibrado; y luego por su exagerado peso, unas mil 300 toneladas en total. El hundimiento fue un golpe desastroso para la armada sueca y también para la economía del país.

El barco fue rescatado en 1961 y dese 1981 se encuentra en exposición, convirtiéndose en el principal museo de Suecia, con unos 800 mil visitantes al año.
Lo otro impresionante de Suecia son las mujeres. Creo que es uno de los pocos estereotipos que me han parecido verdad: la mayoría son guapísimas, sin importar si son o no rubias o si tienen o no los ojos claros. Hanna, mi compañera, es un buen ejemplo de ello.

Hubo lugares que se quedaron sin visitar porque no me dio más tiempo o porque se encontraban cerrados por haber sido aún época invernal: como el Museo Nórdico, el Palacio Real, el Parlamento Sueco y la Catedral de San Nicolás.



En el centro de Suecia


La ciudad donde más tiempo pasé en Suecia es Orebro, donde Adri está estudiando una maestría bastante interesante llamada Periodismo Global y en la que hacen mucho énfasis en la cobertura de los conflictos mundiales más importantes que están ocurriendo en este momento.

Ahí también se encuentra viviendo una comunidad de salvadoreños, unos 60 en total, por lo que aproveché para pasar los días de mi Iniatitive Week colaborándoles en una pequeña celebración que se tenían para el Día Internacional de la Mujer (por estos lados se celebra en marzo). Estaba bastante interesado en ver cómo viven los salvadoreños en el exterior, conocer sus preocupaciones y metas, cómo mantienen sus lazos con el país. Digo, aunque no me considero un fugado de mis tierras, esta sería la segunda vez que salgo del país y estoy casi seguro que no va ser la última.

Conocí a Juan Flores, el líder de la comunidad, el típico modelo de salvadoreño del que nos sentimos orgullosos: campechano, humilde, trabajador y desinteresado. Hicimos buenas migas con Don Juan, o “Don John”, como le decía por molestarlo y espero que venga a visitarme a Irlanda. Tengo una invitación de nuevo a Suecia, algo que me encantaría hacer, pero es justo en las fechas que vienen mis papás, así que se las quedaría debiendo.

También hice amistad rápido con los amigos de la Adri: Besnik, de Albania; Ning, de China (que causó sensación en la fiesta de salvadoreños y le cayeron un su par de calzoncillazos); Pooky, de Indonesia; y una de bélgica que ya no me acuerdo cómo se llamaba. Al Besnik hasta le terminé cuidando a Berta, su hamster, porque el maje fue a ponerse pedo a Amsterdam.

A pesar de que es la séptima ciudad en tamaño de Suecia, Orebro es una ciudad bastante pequeña con sólo un par de lugares destacados: el Castillo de Orebro y Wadkopping.

El Castillo de Orebro es una impresionante construcción mediaval, ubicada en una isla en medio del rio Svartan, justo en el centro de la ciudad. Fue edificado por el rey Gustavo Vasa como casa veraniega, aunque nunca la utilizó. Mientras que Wadkoping es un museo al aire libre, con casas antiguas que datan de hace unos 200 años.

La municipalidad de la ciudad y también su iglesia principal me parecieron lugares interesantes también, pero aparte de eso y una bien delimitada área comercial, es una ciudad para vivir y trabajar.
Busqué que personajes importantes de la historia habían nacido en Orebro, y aparte de un escritor que no me suena, sólo encontré que Mary Stavin es originaria de ahí. No dan quién es Mary Stavin? Bueno, no los culpo. Y aunque fue Miss Mundo es más famosa por lo que hizo en el mundo del fútbol. Así como oyen. Mary Stavin es la bella mujer que estaba desnuda en una cama forrada con billetes junto al futbolista George Best.


Noruega, el puerto de los Vikingos


El viaje a Noruega salió de mi locura de aprovechar lo más que pudiera mis días de Iniatitive Week y decidí agarrar el avión de regreso a Irlanda saliendo de Oslo. Era la única oportunidad que tenía de conocer ese país y decidí no desperdiciarla, a pesar de que me iba a tocar más cansado.

Bueno, tomé un tren en Orebro y después de 5 horas, la mayor parte atravesando solitarios bosques o a la orilla de lagos casi congelados, llegué por fin al “Camino del Norte”.

Oslo no fue la ciudad que esperaba. Tal vez porque venía de ver Estocolmo que es una ciudad llena de historia y llegué a una que es mucho más modernista y sencilla; tal vez porque tenía una idea preconcebida de que iba a ser una urbe perfecta ya que Noruega tiene el índice de vida y el PIB per cápita más alto del mundo. Tal vez fue porque no alcancé a ver muchas cosas que llevaba en mi plan. No sé porqué fue, pero en resumen me decepcionó.

Creo que lo mejor de Oslo es su ubicación geográfica, ya que es un puerto natural rodeado e muchas colinas y montañas que estaban completamente cubiertas de nieve. Actualmente, viven unas 600 mil personas en la ciudad y unas 100 mil más en los alrededores.

La ciudad llevaba mi nombre, Christiania hasta hace un siglo, en honor al rey noruego Christian IV, quien reconstruyó la ciudad en 1624, después de que fuera destruida por un incendio. Pero en 1924 se decidió regresar al nombre original. A pesar de eso, hay muchas calles con el nombre de Kristian o Christian, debido a la larga lista de reyes noruegos con ese nombre.

Oslo fue fundada en el año 1049 por el rey Harald Hardrade, pero se convirtió en la capital del reino noruego hasta el reinado de Hakom V, en 1299. Un siglo después, la ciudad pasaba a ser parte del reino de Dinamarca y así seguería hasta que Suecia se adueñara del territorio. En 1905, Noruega obtuvo su independecia.

Las atracciones de la ciudad incluyen el City Hall, con sus dos torres gemelas y donde se entrega el Premio Nobel de la Paz; el Palacio Real, que fue construido en 1825; el museo Ibsen, que recoge lo más importante de este escritor noruego; el Parque Vigeland, una colección de esculturas al aire libre; y varios museos.




Hubo cosas que me impactaron como el museo del FRAM (lo más divertido es que eso fue lo que más me gustó y ni sabía que existía hasta que la Adri me contó) y que alberga la historia de la primera embarcación que llegó al Polo Norte y que fue parte de muchas expediciones a la Antárctica entre 1893 y 1912. El FRAM, que significa “Adelante”, es la embarcación de madera más sólida jamás construida. El barco entero se encuentra en el interior del museo.

El otro museo sobre navegación es el Museo de las Naves Vikingas, que contiene 3 barcos vikingos originales, de más de mil años de antigüedad y que fueron encontrados enterrados como parte de una ceremonia fúnebre en distintos sitios alrededor del fiordo de Oslo.

Los vikingos son una de las culturas más conocidas en el mundo, tal vez por su estereotipo de gigantescos hombres fornidos y barbados, con rubias trenzas y usando cascos con astas de toro. Lo del casco es un invento de los medios de comunicación, nunca los usaron; lo del estereotipo de ser rubios y fornidos si tiene más fundamento, porque eran pueblos de origen gérmanico.

Sea como sea, los Vikingos influyeron muchísimo en la historia de Europa. Primero, no estaban establecidos sólo en Noruega, como normalmente se cree, esa era sólo una rama de ese pueblo, las otras dos estaban en Suecia y Dinamarca. Lo que si es verdad era que los vikingos noruegos eran los mejores navegantes de esos años y eran excelentes guerreros. Atacaron y conquistaron Inglaterra e Irlanda, llegaron a Paris navegando por el río Sena y la saquearon; fundaron colonias en Rusia, Italia, España y colonizaron Islandia y Groenlandia.

Ahora está confirmado que fueron los primeros europeos en llegar a América. En 1978, fue descubierto en Canadá un asentamiento vikingo llamado L'Anse aux Meadows (La ensenada de las Medusas), conocido como Leifbundir en las antiguas leyendas de ese pueblo, y que data del siglo XI. Colón fue el primero en explotar las riquezas, eso es diferente.



Munch, el genio del norte


Edvard Munch es, por mucho, el artista más célebre no sólo de Noruega, sino de toda la región de Escandinavia. Sus pinturas, marcadas por el estilo del expresionismo y por el simbolismo, normalmente versan sobre temas de angustia existencial y de depresión. El artista estaba tan conciente de sus tendencias que aseguraba que si Da Vinci había buscado disecar cuerpos a la perfección, él había intentado disecar almas.

Su expresionismo se fundamenta por la fuerte gesticulación de los personajes en sus pinturas; y su simbolismo, por los colores que utiliza, que no representan a la naturaleza sino sentimientos o emociones. La mejor muestra de ello es El Grito, pintada en 1893, y que es su obra más conocida.

El Grito fue robado en agosto de 2004, en un crimen que conmocionó a todo el país. Como que a Francia le hubieran robado la Mona Lisa (aunque ladrón que roba ladrón tiene 100 días de perdón, y como ellos se la timaron a Italia, bueno, algo de justicia habría), o que le quitaran Las Meninas a España. No pongo casos nacionales, porque sé que si se robaran algún cuadro de Valero Lecha o de Rosa Mena Valenzuela en El Salvador, yo creo que el 99.9% de la gente no tendría ni idea de que le han robado un tesoro al país. Yo creo que el país se conmocionara más si le robaran el carro al Gordo Max o a la Tenchis Céliber pues, con eso digo todo.

Bueno, sea como sea, El Grito fue recuperado dos años más tarde y por esa razón no lo pude ver, porque aún lo están reparando de los daños que sufrió. Pero si pude apreciar otras pinturas reconocidas como El Vampiro (que es parte de sus series de amor y en el que aparece una mujer pegándole tamaña mamada en el cuello a un compadre que yo creo que está bolito), el Niño Enfermo, el Gólgota y varios de sus famosos autoretratos.

Munch tuvo una vida triste: su madre y una de sus hermanas murieron cuando él era niño, otra hermana estaba choyada, su padre le pasó diciendo que se iba ir al infierno por pecador y su otro hermano se murió poco después de casarse. No hace falta ser psicólogo para darse cuenta que el compadre estaba medio salado y que de ahí le sale todo lo pesimista en sus obras.