martes, julio 31, 2007

Número 100

Lo que nació como algo sin sentido, se ha transformado en el paso de los últimos meses en mi nueva forma de expresarme, compartir mi vida en este lado del mundo y, porque no, en mo nuevo hobbie, casi vicio. Ahora, escribiendo mi post sobre la vista que tengo desde mi ventana, me fijé que era el artículo número 99. Increíble.

Hace casi dos años, el 22 de septiembre de 2005, publiqué mi primer post. No decía nada importante, sólo remarcaba que iniciaba, pero había un párrafo bastante profético: "Aún sin comprender del todo cómo funciona esto del Blog, acá me lanzo. Normalmente, las lanzadas no me fallan, así como cuando me metí a periodista pensando en ser cura jesuita. Y cuando me fui a la publicidad desesperado del periodismo y de algunos periodistas. Así que creo que comenzamos".

Y así fue y obtuve mi primer comentario, uno de Silvana, que me llamaba su "periodista favorito". Hoy ya no soy más periodista, y que sarcasmo más grande de la vida que ahorita que estoy escribiendo estas líneas es el día para celebrar mi antigua profesión. Lástima! Me perdí de la camiseta que siempre me daba La Prensa Gráfica -por lo que leí en un nick ahora el regalado se ha elevado a una taza tambiéen - y el puto y miserable pedazo de cake Lido con el vaso de Coca Cola. Lo que sí eran míticas, más que todo por los grandes desvergues y vergeras, eran las fiestas. Pero esa es otra historia aunque no puedo dejar de mencionar a la Mayrene tratando de sacarle el calzoncillo a Castaneda, o a la Gacela Méndez miando en el salón o el gran escándalo del Loco Flores por pasarse el retén y el talego de chotas del CAM siguiéndolo.

Regresando. En mayo le puse el contador a la página web y en esos tres meses he obtenido 1,526 visitas, es decir un promedio de 500 visitas mensuales, unas 35 diarias, algo que me ha alegrado un montón, porque eso significa que lo que hago no se desperdicia y me invita a seguir más.

Y sigo insistiendo, me asombra y me anima la internacionalización de esas visitas, aún descartando a mis amigos que están alrededor del mundo, porque me han visitado gente de Malasia, Japón, Singapur, Australia, Brasil, Argentina, Holanda, Francia, India, Indonesia, Italia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y varios lados de Estados Unidos y Canadá donde considero no conozco a nadie.

Tal vez algún día escriba sobre mi post número mil. La palabra la tienen ustedes.


Desde mi ventana


Es la primera vez que la ventana de mi cuarto da junto al mar. No me quejo de mi vida en El Salvador, soy muy afortunado de la casa que tengo, y viendo la situación de millones de personas, lo soy más. Pero qué es lo que me ofrece la vista desde mi habitación: la primera vista es el tanque de agua, la segunda son los barrotes de defensa para evitar que algún ladrón traté de entrar usando el patio pequeño y parte de la segunda planta de la casa de mi vecina. Si me subo a la cama y me esfuerzo un poco más la vista mejora. Puedo ver el cerro de San Jacinto y parte de la cordillera de Los Planes, donde tantas jodas y buenos ratos hemos tenido en la casa de Marielos.

A veces, cuando está lloviendo, me encanta ver las tormentas eléctricas. Paso parado horas sobre el colchón de mi cama viendo cómo los caminos electrizados se abren paso en la negra cortina del cielo. Ya ha habido veces que llego cansado o desvelado al trabajo al día siguiente por haberme acostado en la madrugada viéndolos. Ahora, el problema es que tengo la intención de tomarles una foto y, hasta que lo logre, estaré tranquilo.

Pero la vista que tengo ahora, desde hace unas 3 semanas, es envidiable. Los Cottages están ubicados enfrente justo al mar y puedo disfrutar de la vista de la isla de Rathlin, que aparece brumosa detrás del pasto en la foto de la derecha en la primera fila; mientras que al este puedo contemplar el acantilado de Kinbane y la isla de la Oveja, como pueden ver en las dos fotos de la segunda fila. O, simplemente, puedo ver los atardeceres conformen avanzan y a veces se mezclan con las sombras y las estelas que dejan los barcos que salen del pequeño puerto de Ballycastle, como en la foto principal.

Mi cuarto es el que se encuentra detras de la cruz, es el de la ventana que da justo al pie de las escaleras. Lo pongo para que me quede un recuerdo del lugar donde viví mis últimos dos meses en Irlanda.



viernes, julio 27, 2007

Estampa guanaca

foto cortesía de ErickTricks

Vi esta foto en la imagen del MSN de unos mis amigos y no pude hacer nada menos que pedírsela, puya, me despertó tanta nostalgia, incluso gustativa. Sólo me hizo venir a la punta de la lengua mis amadas pupusas de frijol con queso, mi carne guisada que tanto extraño... ah, y una sopa de frijoles con masitas, aguacate y carnita de tunco. Un mes, sólo un mes más.

miércoles, julio 25, 2007

París, ciudad eterna







Símbolo galo





La señora de París



















Paradojas

Partamos de un hecho simple. Las bajas cifras de desempleo en El Salvador son el resultado de un sistema de conteo con enormes problemas de definición y cálculo y es la única explicación para que, según la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), sólo un 6% de los salvadoreños se encuentre desempleado, una tasa exitosa comparada a la de países europeos ricos y desarrollados como Holanda (5.5) y Suecia (5.6) y superior a la de otras naciones altamente tecnologizadas y con gran pujanza económica como Canadá (6.4), Finlandia (7) y Alemania (7.1). Las dudas se agravan cuando se sabe que El Salvador es el segundo país con la más lenta tasa de crecimiento económico en la región latinoamericana, sólo por debajo de Haití, y con una línea de pobreza que afecta al 35% de sus habitantes.

Según la definición de la DIGESTYC, la Población Económicante Activa (PEA) incluye a las personas que trabajan por un salario, a los que buscan activamente un trabajo y a los que trabajan sin pago directo en un establecimiento familiar o de su pertenencia. En ese último grupo se incluye sin discriminación a todos aquellos salvadoreños que recurren a la denominada "Economía Informal, por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), para subsistir y que puede incluir una gran variedad de trabajos, desde administrar una pequeña pupusería hasta cantar en algún bus del transporte público. No es de extrañar entonces que, a pesar de la alta tasa oficial de empleo, un 56% de los trabajadores en el área urbana no tenga cobertura médica y social, sólo por poner un ejemplo.

Tomando como base ese precedente, es fácil entender en alguna forma que el nuevo fenómeno social salvadoreño de las últimas dos décadas, el ascendente incremento de las remesas por parte de inmigrantes que viven en países ricos, principalmente en Estados Unidos, esté contribuyendo no sólo a mantener la economía salvadoreña a flote sino también las cifras oficiales de empleo.

No se puede dejar de lado que los casi dos millones de salvadoreños que residen en el exterior, y que envían remesas al 22 por ciento de los hogares salvadoreños, contribuyen a crear empleos estables. Por ejemplo, nuevas sucursales bancarias o agencia de envíos de dinero están siendo abiertas en el interior del país, especialmente en aquellos pueblos con alto índice migratorio; lo mismo que el tráfico aéreo se ha multiplicado por diez, creando nuevos puestos en la no tradicional industria de la aviación; o el vertiginoso ascenso del visitante "nostálgico", que ya alcalza el millón al año, lo que ha elevado veinte veces el ingreso del sector turístico, según el último Informe de Desarrollo Humano del PNUD.

Otra ventaja que trae el fenómeno migratorio es el enorme impacto que ejercen las remesas, que ya sobrepasan los 2 mil 500 millones de dólares al año, y que está cambiando el mapa económico del país rápidamente. Parecería evidente que con la llegada de ese flujo de dinero, que equivalía a un 16% del Producto Interno Bruto en el 2004, algunos sectores laborales se reactivaran, como por ejemplo el auge de los trabajadores de la construcción en la zona de oriente debido a la demanda inmobiliaria. Además, según el PNUD, es una práctica común que parte del dinero se invierta en la mejora o adquisición de infraestructra básica de una vivienda, como energía eléctrica, agua potable y electrodomésticos. Esta última parte abre la puerta a que muchas mujeres, ahora líderes de familia ante la ausencia de su pareja quien trabaja en el extranjero, ingresen al mundo de la economía informal por medio de pequeños negocios como tiendas, salones de belleza, cafeterías, etc, colaborando con las cifras estatales.

Aunque este último punto es bastante discutible y podría variar según la región del país. Un ejemplo claro es el municipio de Concepción de Oriente, donde un 63% de los hogares recibe remesas pero cuya tasa de desempleo alcanza el 19%; en contraste con Santa Catarina Masahuat, el municipio que menos remesas recibe en el país, con apenas un 0.6%, pero cuya desocupación, con 6.9 por ciento, está cercana al promedio nacional.

Finalmente, el punto más negativo del binamio migración y desempleo podría ser que con el creciento flujo migratorio de personas en edad económicamente activa, y que ya alcanza un 20% de la población salvadoreña viviendo en el exterior, las cifras oficiales se vean beneficiadas con la paulatina desaparición del sistema de personas pobres y desempleadas. Un reciente encuesta realizada por un periódico local cifró en 47% el nómero de compatriotas que gustan de la idea de dejar el país y un 49% de estos asegura que la principal razón era la falta de empleo. Paradojas? No, sólo inconcistencias.

P.D. Esto post sobre economía fue la combinación de 2 factores. El primero, una hermana desesperada porque no había hecho su ensayo para su máster en Negocios; y, segundo, dos guanacos con insomnio la misma noche, uno en Noruega, y mis huesos en Irlanda, y que pasaron toda la noche en vela y vieron el amanecer hablando de proyectos políticos, viejos amigos en común y nuevos sueños por hacer. Aparte, de escribir esto, claro está.

martes, julio 24, 2007

Louvre

Si hay un lugar que ate con cadenas de hierro el nombre de París con la cultura de seguro es el Louvre, uno de los mayores museos del mundo, dueño de incontables tesoros de la humanidad y, últimamente, sitio de referencia en populares libros y películas. El museo es conocido por ser la casa de la pintura más famosa de todos los tiempos: la Mona Lisa, o Giaconda, del genio italiano del renacimiento, Leonardo Da Vinci.

El museo fue inaugurado el 8 de noviembre de 1793 utilizando uno de los palacios más antiguos de la realeza francesa, el Louvre, de donde toma el nombre. Actualmente, hay una exposición que lleva a ver las bases y cimientos de lo que fue el primer castillo, en realidad una fortaleza, donde se situó el poder monárquico hasta que Luis XIV decidió llevarlo a Versalles. El palacio fue construido alrededor del año 1200 por orden del rey Felipe Augusto, en las riberas del río Sena, con el objetivo de defender la ciudad.

Enrique IV El Grande lo amplió con la Gran Galería, en la primera década del siglo XVII, e inauguró la tradición de que artistas y pensadores vivieran en el palacio; mientras que Luis XIII construyó las dos famosas alas que terminan de componer el palacio: las galerías Richeliu y Denón, la primera que toma el nombre del famoso ministro francés y la segunda del Conde de Denon, un apasionado defensor del arte en ese tiempo. Inicialmente, el Louvre contaba con el Palacio de las Tullerías, destruido durante una revuelta, y de lo que sólo sobrevive sus famosos jardínes. Napoleón Bonaparte agregó el Arco Carrusel entre 1806 y 1808 para conmemorar sus victorias militares, utilizando el modelo del Arco de Constantino en Roma y usando los famosos caballos de bronce, que expropió de la basílica de San Marcos, en Venecia. Aunque el arco no tiene nada que ver con el museo, su cercanía se ha mezclado con las imágenes y paisajes propias del lugar.

La última de las construcciones significativas, es la contemporánea Pirámide de Cristal, inaugurada en 1989 y polémica desde su inicia por el marcado contraste de estilos, de una modernidad marcada al clasicismo de todo el conjunto. Su intención fue mejorar el ingreso de turistas, que el año pasado alcanzó los 8.3 millones de visitantes, y mejorar la comunicación entre las tres secciones principales del museo. La pirámide también desató debates porque se esparció la leyenda popular que estaba ensamblada con "666" panales de vidrio, aunque el sitio oficial asegura que son 673.



Actualmente, el museo cuenta con estas exposiciones principales:

Antiguedades Orientales: con objetos que datan desde hace 9 mil años y provenientes de las antiguas regiones de Mesopotamia y de las regiones que ahora son Irán y la India. Su principal tesoro es el Código de Hamurabi.

Antiguedades egipcias: que detallo mejor en este blog y que comprende desde el Antiguo Egipto hasta la "reciente" época de Cleopatra.

Antiguedades Etruscas, Romanas y Griegas: Una de las más vastas y que incluye objetos de 3 mil años antes de Cristo hasta seis centurias después de él y están divididas por materiales constructivos como bronce, mármol, joyería, vidrio y terracota. Sus grandes tesoros son la Victoria alada de Samotracia y la Venus del Milo.

Esculturas: con hermosísimos trabajos de las escuelas españolas e italianas y, principalmente, francesa.

Objetos de Arte: con objetos provenientes de cualquier parte de la cultura de la occidental, desde la Edad Media pasando por el Renacimiento hasta el siglo XVIII y cuyas atracciones son las Joyas de la Corona francesa y los apartamentos de Napoleón III.

Artes del Islam: una de las más pequeñas pero de las más exóticas y provenientes en su mayoría de la colección personal de los reyes de Francia.

Pinturas: La más famosa del museo y a quien le debe su renombre. Incluye decenas de tesoros invaluables de este arte desde el siglo XIII hasta el XVIII provenientes de las principales escuelas europeas.

Asimismo existen tres exposiciones más: Historia Mediaval del Louvre; Artes de Africa, América y Oceanía; y la última de Impresos y Dibujos, con más de 100 mil ejemplares pero a los que sólo se puede acceder con fines de investigación.

Las joyas del museo

Detallando las exposiciones, el museo alberga los aposentos de Napoleón III, el último monarca francés y sobrino del emperador Napoleón Bonaparte. Llegado de carambola al poder, después de la muerte de su hermano y del heredero legítimo del emperador.

Carlos Luis Napoleón gobernó Francia durante más de veinte años. Llegó al poder por vía democrática, ya que fue senador y presidente elegido por el pueblo, aunque antes había intentado dos golpes de estado que le costaron la cárcel, aunque después dio un auto golpe y asumió poderes dictatoriales. Por un plesbicito, se decretó un segundo imperio, aunque no se disolvió el senado. Fue derrocado y exiliado después de algunos errores, especialmente en política exterior, como su intento de convertir México en una provincia y su consecuente derrota, aunque sí lo logró hacer con Vietnam y Laos.

Después de su caída, sus apartamentos fueron conservador casi intactos y muestran el lujo y el esplendor en el que vivió este monarca francés, al que se le debe la creación de sindicatos, el reconocimiento del derecho a la huelga, la pensión para los jubilados y el ascenso de París como una de las ciudades más bellas del mundo.

La exhibición, ubicada en la segunda planta de la Galería Richeliu, forma parte de la exhibición de Objetos de Arte, entre las que se incluye la corona usada por el rey Luis XV, conocido como El Amado, aunque al final fue duramente cuestionado e impopular, y varias otras joyas de la casa real francesa.


Otra de las grandes colecciones del Louvre la constituyen su vasta exihición de antiguedades griegas, etruscas y romanas; y en donde destacan principalmente dos estatuas de estilo helenístico: la ultrareconocida Venus de Milo y otro menos popular pero más bella a mi juicio que la primera, la Victoria alada de Samotracia.

Esta última es parte del Louvre desde 1864, después de ser descubierta un año antes por el diplomático francés Charles Champoiseau en la isla griega de Samotracia, cerca de la frontera con Turquía, y de donde toma el nombre. Estaba ubicada en el templo conocido como el Santuario de los Grandes Dioses, uno de los principales centros religiosos helenísticos.

La estatua es una representación de la diosa Nike, la deida de la victoria, y fue labrada para celebrar la victoria naval sobre las tropas del rey sirio Antíoco III, alrededor del año 190 A.C.

A pesar del pobre estado de conservación, le hace falta toda la cabeza y cuello así como ambos brazos (una expedición posterior hace un par de décadas sólo logró hallar una mano y algunos dedos), la estatua grita belleza por todos lados y desde todos los ángulos. La base de mármol gris donde está empotrada tiene la forma de la proa de un navío y pudo servir como un altar, además que es ahí donde se encuentra la palabra Rodas, el imperio naval de esa época, y la principal pista del motivo de su edificación.

Lo primero que llama la atención es la majestuosidad de sus alas desplegadas contra el viento, pero si una acerca más se descubre su increíble realismo. Y es que de verdad uno se queda perplejo al ver los pliegues de su vestido, que lucen como que se batieran en contra de una fuerte brisa en ese momento y, para hacerlo aún más espectacular, el anónimo escultor utilizó mármol de la isla de Paros, que tiene la particularidad de ser uno de los blancos más tráslucidos que hay. El resultado es que la "tela" pareciera estar mojada por la resaca marina y se ajusta de esa manera a la simetría del cuerpo humano. Lo mejor logrado es la pierna derecha, donde se apoya el peso del cuerpo, y que sobresale entre la húmeda vestidura. Es tan real el efecto que aún estoy perplejo de cómo se puede lograr algo así utilizando una piedra.

Para hacer la vista aún más majestuosa, la estatua está ubicada en la parte superior de las escaleras Daru, que sirven como paso entre la galería Sully y la Denon.

La otra joya es la archireconocida Venus del Milo, una estatua del período helenístico, el mismo de la Victoria Alada de Samotracia, y encontrada en 1820 por un campesino llamado Yorgos Kentrotas en la isla de Melos (Milo, en griego, de donde toma el nombre). Un funcionario naval francés la vio y arregló su compra en nombre del rey Luis XVIII, quien la entregó al Louvre.

La estatua, una representación de la diosa Afrodita y se encontraba en estado deplorable cuando fue descubierta: estaba partida en dos grandes partes, el torso y las piernas; no cuenta con las dos extremidades superiores, ya que los brazos nunca fueron hallados; aunque se logró encontrar su mano izquierda, que sostenía una manzana. Por una inscripción en la base se sabe que su escultor fue un artista conocido como Alexandros de Antioquía.

Ver a la Venus de Milo me dio la satisfacción de saber que no soy tan bruto. Desde pequeño, mi mamá tenía una pequeña réplica de la estatua en la sala de mi casa, junto con la de un elefante y la de un caballo (dónde las compró y porqué la mezcló con animales, sólo ella lo sabe. Nunca lo he preguntado. Esas estatuas murieron durante los terremotos del 2001). Y para mí siempre fue una muestra única de belleza, pero comencé a dudar de su originalidad este año, cuando comencé a ver en los museos europeos estatuas griegas o romanas, en mejor estado de conservación, y del mismo nivel de belleza que la Venus de Milo. Y me convencí de que su fama era un intento deliberado de promoverla (el mismo sentimiento tengo con la Mona Lisa, me parece que su fama es sobreexagerada), caso contrario al de la Victoria Alada, que si me parece sobrehumanamente hermosa.

Y estaba en lo cierto. Buscando en la historia, hallé que unos años antes del descubrimiento del Milo, los franceses habían devuelto a Italia, específicamente a Florencia, una estatua conocida como la Venus Médici, que había sido tomada por Napoleón Bonaparte. Dolidos por la pérdida del tesoro, los franceses comenzaron a glorificar la belleza de la Venus del Milo, para desestimar el valor de su contraparte italiana. Y esa es todo.

Ojo, yo no digo que la Venus del Milo y la Giaconda no sean obras majestuosas, sólo pienso que hay otras de igual o mayor belleza. Entonces, creo que uno llega a la conclusión de preguntarse porqué esas son más conocidas con las otras. Simplemente.

Sólo hay otros dos museos en el mundo que pueden vanangloriarse de tener una similar o mejor colección de antiguedades provenientes de Egipto: uno es el museo de El Cairo, cuyo más grande tesoro es el ataúd de oro macizo y los accesorios encontrados en la tumba del rey niño Tutankamón; el segundo es el Museo Británico, que alberga la Piedra Roseta.

Y aunque ninguno de los tesoros egipcios contenidos en el Louvre alcanza un renombre internacional como los otros dos, la colección es impresionante y se debe en su mayor parte al trabajo del arqueólogo Jean Francois Champollion, uno de los padres de la Egiptología; y a las incursiones armadas de Bonaparte, que confiscaron invaluables tesoros por órdenes del emperador, que tenía una gran afición por ese arte.



Entre las adquisiciones que cuenta el Louvre y que se deben a los descubrimientos o negocios realizados por Champollion se cuentan con el sarcófago de Ramsés III, comprado en 1826 al explorador británico Henry Salt por la increíble suma de 10 mil libras; además de un cargamento de mil piezas, entre las que destaca la cabeza de Amenofis IV (o Akenatón), conocida como la colección Drovettiana, y que serviría de base para iniciar la colección del museo.

El Louvre se hizo también, por medio de Champollion, de una estela conocida como el Decreto de Canopus, que contenía al igual que la Piedra Roseta regulaciones en tres idiomas, aunque después tuvo que devolverla a Egipto y ahora es exhibida en el Museo de El Cairo. Tal como el Museo Británico, el Louvre tiene serias disputas con Egipto sobre la propiedad de varios tesoros.

Una de las antiguedades más importantes es el Escriba Sentado, una estatua de la época del Imperio Antiguo, entre el 2,200 y el 2,700 A.C., en perfecto estado de conservación y ubicado en la segunda planta de la Galería Sully.

Los escribas eran parte vital del sistema de gobernación egipcio y provenían de las clases más pudientes, incluso los faraones tenían el título de "primer escriba", por eso es común hallar estatua de ellos. Pero la importancia de esta en especial radica en su belleza y en su estado. Sinceramente, a mí me dejó la impresión de que la hubieran hecho ayer, y no hace 4 mil años.

Gran parte de los tesoros del Louvre están albergados en la Pinacoteca, que comprende una de las colecciones de pinturas flamencas, francesas, italianas, holandesas y españolas más importantes de todos los tiempos. También incluye una pequeña muestra de pinturas rusas, suecas y de otras regiones de Escandinavia. Las obras abarcan la época anterior a 1848, las contemporáneas se encuentran en el Centro Pompidou o en el Museo de Orsay. A pesar de que tenía entradas para ambos museos, no pude ir por falta de tiempo. La experiencia que queda después de ciudades como París y Londres es que es imposible verlas contra el reloj, una semana se queda corto.

No me voy a poner hablar de pinturas. No tengo ni criterio, ni conocimiento, ni aquel espíritu de contemplación, ni sapiencia, ni nada para ponerme hablar de arte. En ese campo, como en varios, soy un completo inculto y tuve que leer en Wikipedia y en más sitios en Internet para entender el valor de muchas pinturas que contiene el Louvre. En algunos casos, más que su valor estético es el valor histórico de ellas, como el retrato del rey Juan el Bueno, uno de los más antiguos de la colección.

Les hice una pequeña muestra de las pinturas que contiene el Louvre, las que a mí me parecen importantes como obras en sí y que provienen del pincel de un artista famoso y conocido. Es prohibido tomar fotografías de las pinturas más famosas, especialmente de la Mona Lisa de Da Vinci, así que las bajé de internet.

Por cierto, la Mona Lisa, que el epicentro de la atracción del museo y la obra artística más conocida en el mundo, se encuentra en una sala especial del Louvre en la segunda planta del pabellón Denon. La pintura no está sola, se encuentra rodeada de varias pinturas famosas del renacimiento italiano, como las bodas de Caná, del Veronés; o algunas de Tiziano.

La famosa obra de Da Vinci es bastante pequeña por cierto, yo sinceramente me la imaginaba más grande, pero sólo mide 77 centímetros de alto por 53 de ancho, y ocupa una pared especial, que al mismo tiempo es como una especie de refrigerante, porque mantiene la temperatura y la humedad a niveles específicos para evitar que el lienzo se deteriore más (es bastante frágil); además le sirve como caja fuerte, especialmente desde que fuera robada en 1911 y pasara oculta por un par de años (la historia de su robo es bastante entretenida, deberían buscarla en Internet). Desde los años 50, tiene una cubierta de vidrios anti balas después de que fuera dañada por alguien que le tiró ácido y un boliviano loco que le agarró de tirarle piedras.
Aquí les presento una selección de cinco de las más famosas pinturas del Louvre:


Mona Lisa,
Leonardo da Vinci

Autorretrato,
Durero


Las bodas de Caná,
Veronés


El buey desollado,
Rembrandt

La Libertad guiando al pueblo,
Eugene Delacroix

Aunque en teoría es una de las primeras exposiciones, uno de los últimos recorridos que hicimos fue la planta baja de la Galería Richeliu, donde se encuentra la colección más importante de esculturas de la escuela francesa que existe. La sala está dividida en el salón Marly y en el salón Puget. Esta último recoge la mayoría de trabajos del escultor francés Pierre Puget, formado en la escuela italiana, pero que desarrolló la mayor parte de sus obras más conocidas para la corte francesa durante el período barraco, en las última décadas del siglo XVII. Dejando las bellas figuras de piedra fue que nos despedimos del Louvre y así mismo lo hago con este post.