
Y como un salvadoreño es peligroso, ya dos es banda y como éramos tres ya alcanzaba la categoría de crimen organizado, pues fueron buenos días esos. Anduvimos medio de mochileros, cruzamos el famoso puente colgante y terminamos en un pub, donde la dueña del chupadero nos dejó tomarnos una foto en la barra con todo el montón de guaro.
Acordamos con Marta que pasaría la navidad con ella y su esposo en su casa, en Alemania. Ellos viven en Stuttgart, donde están estudiando una maestría, así que pasaré mi primer blanca navidad lejos de la madre patria en el Lago Constanza y la Selva Negra y estoy tratando de ver si puedo ir a Suiza, que está a sólo un par de horas de ahí.
De este mes también me alegra saber que la Rhina Bazooka se va casar en unos pocos días. Y bueno, tendremos party en Belfast. Quién iba decir que la bicha jiotosa de la Rhina, famosa por sus chistes Bazooka, iba terminar siendo europea y la doñita de un irlandés buena onda. Va ser mi primer bodorrio por estos lados.
Lo otro es que otro de mis grandes cheros, el Taura, viene a pasar unos días conmigo en noviembre. Así que estoy contento de tener a unos de mis panas desde chiquito conmigo. Si quieren mandarme una libra de queso duro blandito pueden hacerlo con él. Y enero se viene Adriana para acá. Así que agenda llena para los compatriotas.




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