lunes, junio 11, 2007

De El Zocalo a Ballycastle (mi fiesta de cumple)


No voy a empezar con cursilerías, aunque no puedo negar que el día de mi cumpleaños me sentí medio ahuevado al despertar. Ahuevo que me recordé del último que había pasado, cuando nos reunimos en el negocio de la doñita del Gato, en El Zócalo, todos ustedes, de todos los lugares por los que ha tránsitado mi vida: desde la colonia, pasando por el colegio, en La Prensa y terminando en APEX, aparte de algunos que se han ido sumando por otros lados. Ahuevo que fue un talego de gente ese día, yo ni me imaginaba tanto. Al final terminamos chupando en la casa del bufo Ratanás, sus cheros y las cheras de la Montse. Puta, ya me puse culero.

Bueno, la onda que me levanté ahuevado ese día, fue el jueves de la semana pasada, y me dispuse a cocinarme para mí mismo un desayuno trucho: frijoles fritos (de los natura que había traído mi mamá) con guacamole, huevos picados con salchicha y tomatada (desde que aprendí a cocinar -cosa que pasó hace un par de meses - ando viendo que se adapta a la guanaxidad y pues si se frie la base de pizza con cebolla y chile verde se obtiene una tomatada trucha!!! Creo que escribiré un libro: Sea feliz sin queso duro petacones y sin ir a Olocuilta). La cosa es que preparando eso estaba cuando apareció Rhina y su amiga que la andaba visitando, Katha (es la de blusita amarilla en la mayoría de fotos y es demás decir que es un bombón de mujer y super nice el modo). Se levantaron a desayunar conmigo porque saben que me levanto temprano y para esta mara, levantarse antes de las nueve es un milagro, por lo que para mí fue super buena onda el gesto.

Pero al rato aparecieron mi coordinador, Robert, y el gerente, Shane, con la misma idea. Minutos después llegó Kira, Jason, Niki, Kai y Helen con los dos bebés. De verdad que me tocó que toda esa mara se levantó temprano solo para pasar un rato conmigo y así fue que terminé cocinando como para 10 personas.

Ese día lo pasé trabajando y para mala suerte me tocó hacerlo con dos grupos. El primer grupo era una escuela integrada de la ciudad de Omagh y los niños me cantaron el Happy Birthday cuando iba entrando, me dieron chocolates y una tarjeta firmada por todos. Me volvieron a cantar cuando estábamos almorzando. En la tarde, comenzaba a trabajar con la Youth Work Conference, el proyecto más grande con el que he estado involucrado acá y que es pagado por el gobierno irlandés. Para no hacerles largo el asunto, ya que lo escribiré en otro blog, terminando el día de la manera más bizarra posible: llenando bolsas con peluchitos, condones y lubricantes para la charla de salud sexual que iban a dar.

El Patín


Pasé trabajando el domingo hasta la tarde en la conferencia y cuando ya estaba libre en la tarde, entré en la cocina para ver que me robaba, y vi a Marlene, Rhina y Katha cocinando. Yo ya sabía que íbamos ir a la playa con el pretexto de mi cumple y sobretodo porque teníamos como 70 birrias, una media botella de vodka y algunas de vino, legado del casorio de la Rhina (la salvadoreña), pero sólo eso. Bueno, yo vi que se pusieron nerviosas y vi unas candelitas de cumpleaños, por lo que la caché rápido y no les pregunté nada. Pobrecitas, les maté el trip de la sorpresa. Luego, andaba tan cansado que me fui a dormir, cuando Alan me despertó que si quería jugar volleyball.

Habían preparado un buffet y una barbacoa y jugamos y hartamos por una hora, cuando me vendaron los ojos y me hicieron dar vueltas y al final me dieron un palo. Entre todos habían hecho una piñata, buscaron en internet como era y la hicieron. Lo que no entendieron es que se le ponía alambre por dentro (por lo que me dijeron después) y la desarmé del primer porrazo. Así que terminamos tirando los dulces.

De ahí me trajeron 27 cakitos (no sé cómo se escribé cake en chiquito) cada uno con su candelita, que entre las alemanas habían cocinado y me hicieron beber submarinos de birria con vodka.






Beach party

La fiesta terminó en la playa, tal y como la habían planeado Alan y Barry. Lo único que salió mal fue que se puso medio helado y ya no pudimos ver a las cheras en bikini porque nadie se atrevió a entrar en el mar con ese frío jajajaja. Para otra será.

Igual, hicimos lo de ley: para hacer más divertido la chupa, hicimos una fogata y comenzamos a jugar drinking games y nos sacamos todos los trapos al sol. Barry terminó casi tendido en la arena de la gran verguera y yo también estaba bien tocado porque, aprovechándose de mi condición de cumpleañero, la mara me hizo beber más de la cuenta y varios A Ver A Dios, aparte de los submarinos de la cena.

Terminamos en la playa como a la una de la mañana, hasta que regresamos a la casa y terminamos con una guerra de comida, con unos panes de hamburguesa, que estaban en la mesa.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola chistian, tarde pero sin falta... q onnndas? terminaste tri pedo jaja... En qué te has convertido, niño, pareces de otro mundo. Tan chivas las fotos, y por lo menos hubo piñata. Feliz cumpleaño y próspero año nuevo, besitos!

Colibri dijo...

Yo soy la kuki, también tarde saludándote pero con cariño... huy, no se si se veran las tildes, asi que ya no las usare. En fin, la onda es que feliz cumpleaños... espero verte de regreso para que contes tus andanzas y mal andanzas... un abrazote y besote. Sabes que te quiero un vergo...

yanmaneee dijo...

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